La calabaza, como la zanahoria, se presta mucho a ser usada como base de tartas y postres dulces. Es curioso cómo la forma de prepararla, o los ingredientes que le acompañan, nos devuelve un sabor salado o dulce. En casa somos muy fans de estos dos vegetales como ingredientes para platos dulces. Si no lo habeís probado nunca, os lo recomiendo. Manos a la obra



Ingredientes

- 110 gr de mantequilla sin sal a punto de pomada
- 260 gr de azúcar moreno
- 2 huevos grandes a temperatura ambiente
- 220 gr de puré de calabaza
- 1 cucharita de café de vainilla
- 200 gr de harina
- 1/4 cucharita de café de levadura

- 1/4 cucharita de café de jengibre molido
- 1 cucharita café de bicarbonato
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharita de café de canela molida
- 1 pizca de clavo molido
- 120 ml de buttermilk

Crema de mantequilla y mascarpone

- 225 gr de queso mascarpone
- 55 gr de mantequilla a punto pomada
- 350 gr de azúcar en polvo (especial repostería)

En primer lugar hay que hacer el puré de calabaza. Facilísimo.... pelar la calabaza, trocearla y meterla en el horno, a 180º C hasta que podamos pinchar con un tenedor en horizontal, es decir, que presionemos el tenedor y no obtengamos resistencia. Hay que tener en cuenta que la calabaza reduce en el horno, porque pierde todo el agua que lleva. Yo he usado aproximadamente unos 450 gr, que se quedaron reducidos a los 220 gr de puré. Una vez que la calabaza ya está horneada, sacamos y trituramos con la batidora. Reservamos.

La battermilk la podéis encontrar en tiendas especializadas, pero es tan fácil de hacer, que desde mi punto de vista, no merece la pena. En un vaso echáis la leche y un chorrito de zumo de limón. Esperáis unos 10 minutos, y poco a poco la leche se empieza a cortar. Ahí tenéis la battermilk

Precalienta el horno a 180º.

En un bol, tamizamos todos los ingredientes secos: harina, canela, jengibre, levadura, bicarbonato, sal, clavo. Reservamos.

En el robot de cocina, batimos la mantequilla y el azúcar. Cuando estén integrados, se añaden los huevos, de uno en uno. Hasta que no esté completamente incorporado el primero, no añadimos el segundo. Añadimos la vainilla. De vez en cuando, con una paleta de repostería, paramos el batido y rascamos el vaso, para que no queden grumos.

Añadimos el puré y volvemos a batir ligeramente hasta que estén todos los ingredientes bien mezclados. 

Ahora vamos añadiendo la harina y resto de ingredientes secos en tres veces, alternando una de harina con un poco de battermilk. Tenéis que terminar con la battermilk. En este punto, la velocidad de batido tiene que ser entre lenta y media, para que se no os salte la harina a la cara, y para que no se bata demasiado la masa.

Unta los moldes con mantequilla o con spray anti-adherente. Forra la base con papel vegetal. Divide la masa entre los dos moldes y hornea unos 25 minutos. A mi me gusta pinchar en el centro con un palillo cuando faltan aproximadamente 10 minutos, de esta manera controlo mejor el resultado y alargo o acorto los tiempos de horneado.

Saca del horno y deja enfriar sobre una rejilla.





 Mientras se enfría, vamos preparando la crema de mantequilla. En nuestro robot batimos a velocidad media la mantequilla con el azúcar. Cuando estén bien mezclados, incorpora el queso y sigue batiendo. La textura final es la de una crema mantecosa.






Y ya está. Sólo queda montar la tarta, y decorar la parte superior, bien con almendras, nueces.. los frutos secos le quedan muy bien a esta tarta.






Lista para disfrutar!!!!


One Comment

  1. Gracias Soledad por tus recetas !!!
    He probado a hacer la tarta de calabaza, pero como solo tengo un molde alargado, me ha salido un bizcocho. Al no tener clavo molido, lo he sustituido por nuez moscada. espero que no haya sido una herejía. El resultado ha sido muy satisfactorio.
    Hasta la próxima !

    ResponderEliminar

Seguidores