Este delicioso bizcocho, suave y ligero, es perfecto para llevar de excursión, para la merienda de la tarde, incluso para congelar en porciones. Por otro lado, no tiene ninguna dificultad, por eso os animo a probar esta receta

Ingredientes:


- 55 gr de mantequilla
- 40 ml de aceite de girasol
- 150 gr de azúcar
- 75 gr de cacao en polvo
- 50 ml de leche
- 75 ml de agua
- 125 gr de harina
- 1.5 cucharaditas de levadura
- 1 pizca de bicarbonato
- 1 huevo grande

Para el glaseado de chocolate

- 60 gr de mantequilla fundida
- 250 gr de azúcar glass
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 50 ml de leche caliente
- 50 gr de chocolate para fundir

Estas medidas son para un molde de 20x20x10 cm aproximadamente. Hay que tenerlo en cuenta para que la cantidades ni sobren ni falten.

En primer lugar preparamos el molde, untándolo con mantequilla o bien le rociamos con un spray de cocina engrasante. Reservamos.

Precalentamos el horno a 160ºC

En una cacerola mezclamos la mantequilla, el aceite, el azúcar, la leche y el agua. Lo calentamos a fuego suave hasta que la mantequilla se haya derretido y el azúcar se haya disuelto.

Mientras tamizamos la harina, el cacao, la levadura y el bicarbonato en un recipiente. Cuando lo elementos líquido ya estén fundidos e integrados, se incorporan a la harina y con una varillas removemos enérgicamente hasta que desaparezcan los grumos. Añadimos el huevo, y seguimos moviendo.

Lo volcamos sobre el molde y llevamos al horno aproximadamente unos 50 minutos. Ya sabéis que la prueba del palillo en el centro es ideal para saber si seguimos horneando o terminamos. A mi me gusta, ponerme una alarma y revisar unos 10 minutos antes, porque cada horno es diferente, la temperatura ambiental también influye, etc. Con esa revisión ya veo si le añado tiempo o se lo quito.

Terminado el horneado, se deja reposar sobre una rejilla hasta que temple. Después se saca del molde y se continua enfriando sobre la misma rejilla.


Cuando esté completamente frío, empezamos con el glaseado.

En un recipiente se mezclan la mantequilla con el azúcar y la vainilla, se remueve hasta integrar. Se quedará una masa muy dura y compacta. Se va incorporando la leche poco a poco, no es necesario echarla toda, porque nos podemos pasar de liquido. El punto para esta receta, es cómo si fuera un queso de untar, o tipo nocilla. Demasiado líquido no se pegará al bizcocho, y si es muy sólido no se puede repartir. Derretimos el chocolate en el microondas y lo incorporamos al glaseado.

Cubrimos la parte superior del bizcocho, con el glaseado de chocolate. A mi me gusta que quede una capa generosa, pero esto va en gustos.


Y listo para comer.



Como he dicho al principio, si cortamos en rebanadas y las envolvemos individualmente con papel de hornear, las podemos congelar fácilmente. Cuando queremos usarlas, las sacamos entre 2 y 3 horas antes, para que poco a poco se vayan descongelando y listos (ojo, no usar el microondas para descongelar, porque se derretirá el glaseado, y el bizcocho se quedará duro)

Os animo a probar¡¡¡¡


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