Rollos de manzana y canela con caramelo

Uauhhh, esto sí que promete... está mal que lo diga yo, pero la combinación de manzana al horno, con caramelo y canela....Es que huele por toda la casa, no necesitamos ambientador :-)

La base de la receta es la masa, que es parecida al pan de leche (que ya publicaré en otra ocasión). Y el relleno... libre, puedes rellenarlo de lo que quieras. La tradicional es de canela (Cinnamon Rolls), pero está muy rico el relleno de frutos del bosque, de melocotón... y esta es la primera vez que lo relleno de manzana.... creo que no será la última. Esta receta es una adaptación muy libre de www.sallysbakingaddiction.com

Ingredientes:

Para la masa:

- 120 ml de leche entera

- 75 gr de azúcar

- 20 gr de levadura de panadería

- 55 gr de mantequilla a temperatura ambiente

- 1 huevo mediano a temperatura ambiente

- 1 pizca de sal

- 550 gr de harina

Para el relleno:

- 2 manzanas peladas y cortadas en lonchas finas

- 60 gr de azúcar moreno

- 1 cucharada de maicena

- 50 gr de mantequilla fria cortada en dados

Para el caramelo:

- 30 gr de mantequilla

- 60 gr de azúcar moreno

- 25 ml de nata 

Empezamos con la masa. Como ya os he dicho anteriormente conviene tener todos los ingredientes preparados de antemano, pero esta receta, que es muy sencilla, tiene muchos pasos y requiere un poquito de paciencia, y en relación a los ingredientes, primero hay que preparar los de la masa, porque si los tenéis todos listos desde el principio, la manzana se oxida, el caramelo se arruina, etc. Así que empezamos por la masa.

En primer lugar  hay que activar la levadura, como ya sabéis la levadura "está viva", y hay que comprobar que efectivamente lo esté. Yo he usado la de la marca Mercadona que viene en bloques de 25 gr, incluso en otras ocasiones la he congelado, y con dejarla luego atemperar ha recuperado su "vida".

Para activar la levadura, calentamos la leche a la misma temperatura que los biberones de los bebes, es decir, ponemos unas gotitas en nuestra muñeca y si está calentito pero no hirviendo, esa es la temperatura adecuada.

Echamos la leche en el bol de trabajo, junto con el azúcar y la levadura que incorporamos desmenuzandola un poco. Batimos con el gancho de panadería (si lo vais a hacer a mano, os costará un poquito más, pero el procedimiento es el mismo, solo que sustituyendo el gancho por vuestras manos) unos minutos y dejamos reposar en un lugar fresco y seco, cubriendo el bol con un trapo. Al cabo de unos 10  minutos, es el momento de comprobar si la levadura se ha activado. Si sobre la superficie del la leche hay burbujitas o una condensación de burbujas es que nuestra levadura está viva. Si no es así, no pasa nada.... a repetir con levadura viva. Creo que en la foto se puede apreciar bastante bien la activación de la levadura.


Es el momento de incorporar la sal, el huevo y la mantequilla y volver a remover hasta integrar. Con la mantequilla no hay atajos. No vale calentarla en el microondas, no vale derretirla, no vale que esté fría  La masa no os saldrá bien. Si está demasiado fría no se integrará con la masa, si está derretida, entonces tendremos aceite, que no es mantequilla, y además es líquido, hará más difícil la integración de la harina y os quedará una masa o muy liquida o super dura ---- porque habréis empezado a echar harina para compensar. En fin, que la mantequilla a punto pomada.

Una vez que todos los ingredientes están integrados, se va incorporando la harina poco a poco. Si es necesario parar el amasado para rebañar los bordes, se para, no hay problema, mucho mejor parar que dejarlo y que no se integre todo bien. No es necesario echar toda la harina, hay que ir viendo poco a poco. En el momento en que la masa quede como la de la foto, es el momento de parar. Por otro lado, hay veces que se necesita un poco más de harina, no pasa nada, se añade, por ejemplo, si el huevo es más líquido o más grande, requerirá más harina. El punto perfecto es cuando la masa la podeís coger entre los dedos y se despega la masa y retorna a su forma, y no deja pegajosos los dedos. Es decir, si podeis cogerla con la mano, hacer una pequeña bola y no dejar ningún resto en la mano. Ese es el punto. Es difícil explicar, es cuestión de experiencia y pequeños trucos. Este proceso de amasado puede durar alrededor de 10 minutos


Una vez amasado, se deja reposar tapado en un bol engrasado. Mi truquito es dejarlo cerca del radiador (no encima),y con el propio calor de la calefacción va poco a poco levando la masa. Aproximadamente 2 horas.

   
                                                                                 
Pasado ese tiempo, se comprueba la masa, se toca un poco por los bordes y si veis que "resopla" es el momento de empezar a trabajar la masa. Lo de resoplar es porque la levadura al levar va incorporando aire a la masa, y al tocar se desinfla.

Es el momento del relleno. En un cuenco se integra el azúcar moreno, la canela y la mantequilla esta vez fría  Las manzanas se cortan en finas láminas y por la mitad.

En una superficie enharinada, volcáis la masa, y empezáis a amasar, moviendo la masa para que no se pegue a la mesa de trabajo y formando un rectángulo de aproximadamente 1 cm de espesor. Se cubre el rectángulo con la mezcla de azúcar, canela y mantequilla y se van colocando las manzanas encima. Se pincelan los bordes con leche fría para que luego quede bien sellado.Y con mucho cuidado se va enrollando. Una vez enrollado se corta en porciones de más o menos 5 cm de ancho. Mi truco es cortar por la mitad, y la mitad por la mitad, y así sucesivamente. A mi me han salido 14 grandes. Con los restos que he recortado para que me quedara un rectángulo perfecto, me han salido 6 más pequeños.


                               
                                                                                         

En un recipiente cuadrado se pone papel de hornear y se engrasa tanto el recipiente como el propio papel. Yo para engrasar llevo ya tiempo usando el spray de engrasar que venden en tiendas especializadas, es muy cómodo, no nos manchamos y no deja sabor ninguno. Se colocan las porciones dejando espacio entre ellas, porque ahora tiene que volver a levar. Se tapan con un trapo seco de cocina y vuelta a reposar durante otras 2 horas aproximadamente. La vez que mejor me han salido estos rollos es cuando los dejé reposar toda la noche... pero no he vuelto a tener tanta paciencia.... Cuando los rollos estén pegados unos a otros, es el momento de hornear, en mi caso, han pasado dos horas, pero también depende de que sea invierno o verano, la humedad de la casa, etc. En la foto podéis ver como han crecido



 Así que mínimo dos horas, pero hay que ir comprobando en cada caso. Por otro lado, comprobareis que van soltando liquido, no pasa nada, tiene que ver con que la mantequilla se está derritiendo y con la mezcla de jugos de la fruta y el azúcar. A mi me encanta comérmelos y que estén tan jugosos...

Ahora es el momento de meterlos en el horno, a 160ºC con aire (o 180ºC con calor arriba y abajo) unos 20-25 minutos. Hay que ir pinchando con un palito el rollo central, y cuando notéis que no quedan restos en el palo, sacad y dejad enfriar sobre una rejilla. A mitad del horneado, cuando veáis que van cogiendo color, tapáis con papel de aluminio y continuáis con el horneado.

Mientras que se enfrían vamos con el caramelo. Evidentemente podéis comprar caramelo líquido y regarlo con él, pero yo he hecho una crema de caramelo. Primero se calienta la mantequilla a fuego muy bajito, cuando ya está derretida se echa el azúcar moreno y la nata y se sube un poco el fuego a temperatura media.  Sin dejar de remover llevadlo a ebullición, y mantenedlo durante un minuto. Después dejadlo atemperar, pero no mucho porque solidifica. Yo he utilizado un biberón de cocina.