Me encanta el queso, podría vivir sólo de queso, de todos los tipos, sabores, más crudos, más curados, etc. Y claro, la tendencia natural es mezclar el queso y la repostería. No soy muy original, las tartas de queso las hay de todo tipo, pero he visto esta receta en Sallysbakingaddiction, y me ha parecido muy original el cortar en barritas que son más fácilmente transportables, y es más un snack que un postre. Me viene muy bien, para que se lleve mi hija al cole, así que me puse manos a la obra.


Ingredientes:

- 10 galletas tipo Digestive
- 60 gr de mantequilla derretida
- 225 gr de queso mascarpone
- 2 claras de huevo
- 180 gr de yogur griego
- 50 gr de azúcar
- 15 gr de harina
- 1 cucharada de zumo de limón (fresco, no de bote)
- 2 cucharadita de extracto de vainilla
-  mermelada (de lo que queráis, en mi caso le puse de melocotón)

Primero hay que preparar el molde. Preferiblemente cuadrado, para que podamos cortar después en cuadraditos y no desperdiciar los bordes. El tamaño de mi molde, que sería el adecuado para esta receta, es de 22x22 cm. Forráis el molde con papel de aluminio hasta arriba, para que podáis luego sacar tirando directamente del papel.

Precalentar el horno a 175º

Triturar las galletas y mezclar con la mantequilla. Echar la mezcla en el molde y presionar con la parte posterior de una cuchara de manera que quede cubierta toda la superficie y que tenga más o menos el mismo grosor. Horneamos durante 8-10 minutos y dejamos templar.

Ahora vamos con el relleno. Primero hay que batir el queso hasta que quede cremoso. Después se añaden todos los ingredientes excepto la mermelada (yogur, azúcar, claras de huevo, harina, limón y vainilla). Se bate todo hasta integrar, unos 3 minutos.

Se echa la mezcla encima de la costra de galleta y se iguala para que cubra toda la superficie.

Después se reparte la mermelada en lineas longitudinales y con un palillo vamos cruzando la mermelada de derecha a izquierda y viceversa, para que quede decorado con una especie de zig-zag. (Bueno, la decoración es orientativa, es lo de menos en esta receta)

Se mete en el horno, aproximadamente 25 minutos, cuidando de que no se oscurezca la parte superior, para ello, los últimos 10 minutos se cubre la superficie con papel de aluminio.

La tarta de queso se va asentando con el tiempo y con el frío, por eso no os preocupéis si al sacarlo del horno, no parece muy cuajada, sobre todo en el centro. Dejáis enfriar fuera del horno y luego lo pasáis a la nevera. En un par de horas estará cuajado.

Y ya está, sólo queda cortar en cuadraditos del tamaño que más os guste.




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